martes, 23 de octubre de 2012

Blake


Este fin de semana era el último en el cual madrileños y visitantes pudieron disfrutar de la magnífica exposición que el CaixaForum dedicaba a William Blake: “William Blake (1757-1827) – Visiones en el arte británico”. Yo la vi hace unas semanitas, en mi última visita a la capital del Reino y si la memoria no me falla, en su momento os prometí que colgaría un post con mis impresiones.
[No, la memoria no me falla, lo que me falla es la inspiración y la pluma]

Pues bien, ahí va això!!!

Desde mi primer acercamiento a su obra allá por el pleistoceno medio y gracias a las fotografías de “El anciano de los días” y “La escalera de Jacob” que ilustraban la entrada que la enciclopedia familiar dedicaba al autor británico, siempre me llamó la atención la obra de este londinense nacido en el seno de una familia de religiosos radicales (pertenecían a la secta cristiana de los disidentes). Una circunstancia esta que, junto a documentadas visiones tempranas y a una imaginación más que evidente en toda su obra, convirtieron a William Blake en un artista referencial, único e irrepetible. Una de las figuras más importantes en la historia de la cultura británica que aún hoy día goza de altísima consideración. Un artista total, imaginativo, profético y visionario, nunca constreñido por los cánones académicos, ni por los dogmas sociales y religiosos imperantes en la época.

Su extensa y diversa obra –Blake era además de pintor y poeta, grabadista, ilustrador y, o quizás sobretodo, místico- tiene un marcado compromiso con los problemas sociales, lo cual es realmente extraño, ya que sus preocupaciones aparecen reflejadas de una forma inusual, bastante compleja si uno no está iniciado en el universo Blake. Un microcosmos propio y original creado con objeto de transportar al espectador/lector a un mundo de ensueño, a un reino mítico donde las fuerzas del bien y del mal conviven en un conflicto eterno.

La exposición del CaixaForum estaba compuesta por ochenta y tantas obras magníficamente seleccionadas de entre la colección del Tate Britain. Incluía algunas de las más representativas e impactantes pinturas de Blake, como esa de ahí arriba, con la que ilustro esta entrada y que se titula “Satán en su gloria original”. Un cuadro que cuando era joven me daba mucho mal rollo por aquello de "Perfecto eras hasta que se halló en ti maldad". Hoy día ya no es así, si bien, el hecho de ponerme frente a él, aún me generó cierta tensión (Que digo cierta... ¡se generó tanta o más que en el día del bautizo de un Gremlin!). Esta obra y el resto de las expuestas, suponen una completísima muestra de las temáticas más significativas del arte visionario de Blake: sus mitologías, fantasías, delirios y su particular visión del mundo respecto a temas religiosos, políticos o sociales.

“William Blake (1757-1827) – Visiones en el arte británico”, una gran exposición que ya no podréis ver. Al menos en los madriles, no sé si se traslada a alguna otra parte (¿Vuelve a Londres? ¿Va camino de Barcelona? ¿o tal vez ya venía de allí?). Quizás por uno de esos milagros que a veces ocurren, tendremos la suerte de verla en esta terreta de falleras y corruptos. Permitidme que lo dude.
Además la exposición era totalmente gratuita, un punto extra dado los tiempos que corren. Y estaba perfectamente guiada por una chica que de Blake, su obra y circunstancias, sabía un huevo. Otro piripunto y punto para el equipo del CaixaForum
Pos això.

Eso y que lo prometido es deuda.
Y que Suloki, como los Lannister, siempre paga sus deudas.  

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