martes, 26 de agosto de 2014

Hijo de Jesús

Mi única lectura vacacional, y es que estoy de un perro que pa'qué, ha sido “Hijo de Jesús” de Denis Johnson. Se trata de una compilación de once relatos breves, dotados de cierta continuidad por obra y gracia de un narrador común del cual no tenemos demasiados datos pero que, desde luego, no evoca para nada al tal Billy Crudrup que protagoniza la jodida adaptación al cine (por mucho que el conocido crítico cinematográfico Roger Ebert la colocara entre las diez mejores cintas estrenadas durante el año 99). Vale, me callo, que aún no la he visto y no sea cosa que luego me tenga que desdecir. Con todo y con eso insisto, al prota de las historias le podría poner mil caras diferentes y ninguna de ellas sería la del pastoso co-protagonista de “Sleepers” (1996), “Big Fish” (2003) o “Come, reza y caga, ama” (2010).

El caso es que mi amigo Iván Rojo casi me conminó a que leyera “Hijo de Jesús”, así que, ante ese panorama, no cabía otra. Y es que lo que dice este capo va a misa. Como también las recomendaciones de Rodrigo Fresán, el primero a quien oí cantar las beldades de un autor que hasta ese momento era para mí un auténtico desconocido. Vamos que, con amenazas o sin ellas, ya llevaba tiempo dispuesto a hincar el diente a alguna cosita escrita por el señor Johnson y por fin lo he hecho. ¿Y cual es la conclusión tras la lectura? Pues que el menda está dotado de una voz narrativa propia, ciertamente interesante. Que es conciso y descarnado en las formas, guarro en el fondo y cuenta unas historias que merecen la pena ser leídas. Pero que siendo bueno, ofrece menos de lo esperado. Y es que Johnson nos da una visión sucia, rozando lo enfermizo, de aquellos submundos en donde la infelicidad y la pérdida campan a sus anchas. Y eso está muy bien. El problema es que el acercamiento hasta esos universos ya está bastante manido y otros autores lo han llevado de mejor forma. Por ejemplo Chuck Palahniuk, quien creo le supera con mucho. Independientemente de que el loco de Portland no se corte al considerar a Denis Johnson como una de sus principales influencias. También es verdad que la cosa cambiaría si todas las historias se acercasen al nivel de las dos o tres primeras. Y es que los primeros relatos me han parecido muchísimo mejores que aquellos que cierran la compilación. Es en ellos donde mejor entendemos -si es que hay algo que entender- a ese tipo desorientado y aparentemente marginado de la vida, protagonista directo o indirecto de todos y cada uno de los episodios relatados.

Historias de losers y losers, de maleantes y drogadictos, de gentes que ahogan sus penas en la barra de bares cochambrosos, ya sabéis de lo que os habloAsí que, hete aquí con otro libro más sobre la cara B del american way of life. Eso es lo que os encontraréis en “Hijo de Jesús”. Nada más, pero tampoco nada menos.   

domingo, 24 de agosto de 2014

Volver

Hey guys & gayers, leidis and chantas, el menda ya está de vuelta de sus mini-vacaciones estivales. Y no es que os haya echado demasiado de menos, la verdad, pero es que todo lo bueno se acaba y el retorno al puesto de trabajo se convierte en algo inaplazable (por aquello de generar un sueldo con el que pagarse las lentejas y las birras, ya me entendéis). Además eso conlleva el volver a las rutinas habituales y entre estas se incluye, como no podría ser de otra forma, actualizar este remedo de blog al que tantas horas he dedicado ya desde aquel infausto 17 de marzo de 2008 en el cual comencé mi andadura blogosférica. ¡Quien me mandaba a mí!

Es curioso pero aquella primera entrada la titulé “Dobrý den”, buenos días en checo, si bien no recuerdo que por aquel entonces me escapara hasta el país que vio nacer y brillar a gentes como Franz Kafka, Antonin Dvorak, Karel Capek o ese Radek Bejbl que marcaba tendencia con su famosa tocheta sin patillas (algo así como el mullet aka borroka style, pero a lo centro-europeo). Si que había viajado a Praga, pero eso fue unos años antes y es justo ahora cuando he vuelto a ir, así que dobrý den -again- para todos vosotros-ustedes.

La verdad es que ha sido un viaje bastante bonito por muchísimos motivos, desde los entornos hasta el maravilloso clima, pasando por la inmejorable compañía, como no. El único pero tiene que ver con mi maltrecha espalda y su increíble capacidad para joder el momento, pero que le vamos a hacer, habrá que pasar por donde no me apetece y eso es lo que hay. Resignación lo llaman... Bien. Por si no lo había dicho ya -que no lo he dicho, o al menos no lo he dicho como toca- he pasado las dos últimas semanas en tránsito entre Budapest y Praga, revisitando lugares que ya conocía y acercándome hasta otros en los que no había estado. Y la verdad es que vengo bastante contento y muy -incluso demasiado- relajado.

En este punto debería dar comienzo mi relato sobre las impresiones post viaje, insertando tres o cuatro anécdotas sino jocosas al menos interesantes e ilustrándolo todo con unas fotitos que os pondrían los dientes largos y además os servirían para que os burlarais de la mierda fotógrafo que estoy hecho. Pero no. Eso mejor lo deja para otra entrada. Porque ahora toca hablar de arte... Halaaaaa!!! Ahí va això... Y es que, durante estas dos semanas, me ha sucedido algo que hacía tiempo no me pasaba: He visto 3 exposiciones y me han gustado las 3. Vamos, no solo me han gustado, ¡incluso me han encantado! ¿Que te pasa Suloki? 'ande t'has metío? ¿quien caralho te ha abducido?

La primera de ellas fue en Budapest, la imperial ciudad que vio nacer a “cañoncito pum”, gran futbolista y mejor madridista. Os hablo de la retrospectiva que sobre los carteles de Toulouse-Lautrec tienen preparada los responsables del Museo de Bellas Artes de la capital magiar. Los que habéis andado por allí sabréis que es ese que hay junto a la Plaza de los Héroes, al final de la famosa Avenida Andrassy, ocupando un despampanante edifico de corte neo-clásico. La exposición, que se inauguró para conmemorar el 150 aniversario de la muerte de este cronista de la noche parisina de finales del XIX, recoge una amplia selección de carteles y pinturas, además de fotografías, vídeos y grabaciones de sonido, que nos ayudan a conocer la irrepetible obra del autor, así como comprender el porqué de la vida y milagros del maestro del (post)impresionismo. Adquieren especial relevancia aquellos dibujos y estampas dedicados a engrandecer la figura de algunas de las estrellas y starlettes que desarrollaron su oficio en famosos cafés musicales, salones de baile y/o cabarets como el archiconocido Moulin Rouge. Me refiero a gentes como Aristide Bruant, Jane Avril o Yvette Guilbert, por citar solo a tres.

La segunda de las exposiciones de la que os quería hablar es la de Alfons Mucha en el Mucha Muzeum de Praga (Museo de obligada visita para todos aquellos amantes del Art Nouveau y sucedáneos). Vale que no es barato y vale que es demasiado reducido, teniendo en cuenta la ingente cantidad de obra que produjo el bueno de Alfons. Pero que queréis que os diga, es la segunda vez que visito este mini-museo y me sigue pareciendo tremendo. La exposición ofrece una vista general de la obra del pintor y artista decorativo moravo, prestando especial atención al periodo que este pasó en París y no tanto, lastimosamente, a su última etapa consagrada a representar el auge del sentimiento nacional y fomentar el pan-eslavismo. Paneles decorativos, libros de bocetos, carteles publicitarios, portadas de revista, óleos... La muestra recoge (casi) todas las modalidades que trabajó el artista, que no fueron pocas. Y la tienda del museo es una delicia. Merece casi tanto la pena cono el museo en si mismo.

Respecto a la tercera de las exposiciones tan solo os diré que no está ni en Praga, ni en Budapest, ni en Brno ni en Bratislava, sino en Barcelona. Eso y que la vimos gracias a la recomendación de un amigo que nos instó a que retrasáramos nuestro enlace en tren hasta Valencia para así disfrutar de ella. Se titula “Metamorfosis. Visiones fantásticas de Starewitch, Švankmajer y los hermanos Quay” y es una puta maravilla. Y si no os cuento nada más es porque he pensado que merece un post para ella sola. Y es que es de lo más grande que he visto en tiempo. Está expuesta en el CCCB hasta principios de septiembre y sino entendí mal, luego marcha hasta Madrid en donde estará hasta enero. Imperdible. En serio... Mañana o pasado os diré porqué. 

Y eso es todo por ahora. Fins demà brodas'.
Os dejo bien acompañados por estos húngaros que me pirraban hace unos años... No tantos Suloki... 
Vale, lo reconozco, aún me molan...
Aunque cuando cantan en húngaro no se les entiende un carajo. 

miércoles, 6 de agosto de 2014

Hasta siempre Che Cornelius

Algo bastante característico de las novelas de Cormac McCarthy, es que están protagonizadas por personajes solitarios, víctimas -o más bien culpables- de un aislamiento social que uno no acaba de entender. En ocasiones son remedos de anti-héroe que rozan la hijoputez y cuya vida va dejando manchas indelebles en sus allegados sin que eso les quite el sueño. Sin embargo McCarthy consigue introducirnos en la mente de nuestro asocial héroe hasta el punto de vernos identificados con su situación, comprender sus anhelos (y sus no anhelos), la ausencia de compromisos y propósito, pero a la vez participando del origen de su fuerza vital. No estoy seguro de que todo esto defina a Cornelius Sutrree, el personaje protagonista de “Suttree” (C. McCarthy, 1979), pero más o menos es por ahí por donde van los tiros.

Suttree no es una novela fácil de leer. Es extensa y bastante compleja en las formas. A pesar de tener una estructura narrativa aparentemente simple - se construye a base de episodios más o menos conectados- no es para nada sencillo seguirla. La prosa es muy densa, las conexiones entre episodios no siempre son fáciles de hallar, y el juego entre ensoñaciones y realidades hace que a veces sea complejo ver en que punto nos encontramos. Sin embargo está tan maravillosamente escrita, su lenguaje es tan rico, sus reflexiones tan lúcidas, la lírica que contiene cada párrafo es tan impresionante, que su lectura se convierte en una auténtica delicia para cualquier lector avezado.

¿Y la historia? Pues ahí no hay mucho que contar. Sut es un hombre que vive al día. Sabemos que en algún momento decidió abandonar su vida acomodada, dejando mujer e hijo en el camino, para convertirse en un vagabundo. Se supone que se gana la vida como pescador de río a las afueras de Knoxville, Tennessee, aunque tampoco creo que ese sea su oficio. Porque su verdadero trabajo es el de superviviente. El propio de alguien que prefiere consumir sus días gozando de una vida mínima, completamente anónima, explorando su propia identidad y disfrutando de la total ausencia de aspiraciones.

Y eso es todo...

Lamento que ya no me queden más novelas de McCarthy por leer. Es una auténtica putada porque, dada la avanzada edad del susodicho y su repentina afición a escribir guiones, es posible y hasta probable que no hayan más novelas firmadas por este genio de las letras norteamericanas. Y aún es mayor la putada sabiendo, o mejor dicho dando fe de que cada uno de sus libros -e insisto: ¡todos y cada uno de ellos!- son auténticas obras maestras. Porque McCarthy, con Nobel o sin el, es un grande de la literatura universal desde ya. Un maestro que atesora una obra no muy extensa pero que a buen seguro lo convertirá en eterno cuando ya no se encuentre entre nosotros. Y si no tiempo al tiempo...
Nadie quiere morirse. 
Mierda, dijo el trapero. Pues yo ya estoy harto de vivir.
¿Daría usted todo cuanto tiene?
El trapero le miró con recelo, pero no sonrió. No faltará mucho, dijo. Los días de un anciano son horas. 
¿Y qué pasa después?
¿Cuándo?
Cuando uno se muere. 
No pasa nada. Te mueres y ya está. 
Una vez me dijo que creía en Dios.
El viejo hizo un gesto vago con la mano. Quizá, dijo. No tengo motivos para pensar que él crea en mí. Me gustaría verlo un ratito si pudiera, eso sí.
¿Qué le diría?
Pues me parece que le diría sencillamente: Espera. Espera un poco antes de cantarme las cuarenta. Antes de que digas nada, a mí me gustaría saber una cosa. Y él me diría: ¿Cuál? Y entonces le preguntaré: ¿Se puede saber por qué mierda me metiste en esa mierda de vida ahí en la tierra? No he conseguido entender nada de nada.
Suttree sonrió.
¿Qué cree que le dirá él?
El trapero escupió y se secó la boca. No creo que pueda responder nada, dijo. No creo que haya una respuesta.” 

sábado, 2 de agosto de 2014

Agosto de 2014. DE GUANACOS Y TORICOS (aka AUGUST & EVERYTHING AFT... DIGO BEFORE)

El guanaco es una especie de mamífero, primo hermano de los camellos, típico de América del Sur. Dicen los que saben de esto -ergo la Wikipedia- que es un mamífero silvestre, elegante, de huesos finos, con una altura de 1,60 metros y en torno a 90 kilos de peso. También sé porque lo he visto, que supone un suculento plato para los pumas patagónicos, tan carnívoros ellos. Respecto al torico no hace falta que os explique nada, panda de españolazos jipiprogres seguidores del tío de la coleta. Y no, no estamos hablando de Teruel, ni de Marhuender & Cia. Aunque sobre estos últimos siempre viene bien decir unas palabritas. Porque los comunistas nazis han llegado para llevarse a nuestros niños... Uuuuuhhhhh!!! ¡¡¡que vienen que vienen!!! ¡Esconded el oro y los crucifijos gentes de bien! Aunque para nazis, pero nazis de los de verdad, los otrora perseguidos por los susodichos. Y es que ya van tropecientos terroristas muertos en manos de los miembros del pueblo elegido y la situación dista de resolverse. Lo mismo da que gran parte de los masacrados fueran niños que lo más parecido a un arma que han empuñado en su vida es un puto lápiz. Y la comunidad internacional, con ese señor con nombre de karateka al frente, haciendo palmas. ♪ ♫ no ejtamosh locoj que sabemoj lo que queremoj ♪ ♫ Pero en coreano... o mejor aún en hebreo, por aquello de no desairar a Yahvé. En fin, que deben ser los calores que nos jorotizan a todos. Al menos eso espero porque sino tan solo habría una solución razonable para resolver toda esta mierda: ¡que tiren la bomba! Y es que como decían los Lendakaris, “prepara el silex y un par de palos, este el futuro, no va a quedar ni el Tato”.

Ahí os dejo con la nueva SuloTk para mentes inquietas... Especialmente dedicada para todos los hijos de Satán. Osea, vozotroh uztedej!!!
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